7 dic 2010

LA ANARQUÍA DURANTE LA GUERRA CIVIL: EL TRIUNFO DE LA LIBERTAD


El objetivo de las colectividades era "producir colectivamente y distribuir con justicia para todos el producto del trabajo”. Con la abolición de la propiedad privada, una profunda transformación sobrevino en la mentalidad de la gente. Las comunidades no se interesaban en poseer más tierras puramente por el hecho de incrementar sus dominios, sino que querían sólo aquella tierra que pudieran trabajar ellos mismos. Había un gran sentido de la solidaridad entre las diferentes colectividades. Los colectivistas también enviaban comida y provisiones regularmente al Frente así como a las ciudades y a los refugiados que huían de las áreas conquistadas por el avance fascista, se les cuidaba en las colectividades que aún quedaban.

Con la creación de las colectividades, la gente dejaba de competir unas con otras. También se veían libres de seguir órdenes patronales, de trabajar tierra ajena por unas cuantas monedas, sino que tenían control sobre su tierra e igual peso en cualquier decisión importante respecto a la organización del trabajo y al manejo de los recursos.

Se emplearon nuevos métodos de cultivo. Se establecieron granjas experimentales. Se utilizaron recursos para la modernización de las granjas y para la obtención de nueva maquinaria. Los consejos técnicos de expertos eran suministrados por la Federación Regional.
La producción se incrementó grandemente en las colectividades. En Alcoriza, los colectivistas establecieron una fábrica de cecinas en un viejo convento.

En ninguna colectividad existía el desempleo y los campesinos podían estar cesantes por medio año.

A los colectivistas no sólo les preocupaba su bienestar material. Estaban profundamente dedicados a la educación y durante este período se establecieron muchas escuelas, basadas en los métodos de Francisco Ferrer, el mundialmente famoso educador anarquista.
La iniciativa de los campesinos se aprecia claramente en los usos originales que dieron a las antiguas iglesias. Éstas se convirtieron en cines, cafés, carnicerías, talleres de carpintería, hospitales, fábricas de pastas, y en un caso, en barracas.

La Revolución Española es única en la historia, al ser la única oportunidad en que las masas pusieron conscientemente las teorías anarquistas en práctica. Pese a que las colectividades no tuvieron oportunidad de desarrollarse plenamente y que no eran perfectas, tuvieron un gran éxito mientras duraron.


FUENTE: http://flag.blackened.net/revolt/inter/groups/cuac/collectives.html


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